Era viernes. Llevabas un pantalón de mezclilla vieja, la camisa de algodón a cuadros que te regalé y los cabellos sucios y revueltos. Habías llorado y yo no sabía porqué. Fumabas dejando una estela gris como constancia de tu desesperación. La música quedó atrás. Quise descansar mi cabeza en tu hombro pero separaste tu mundo del mío. Recuerdo la violencia de tus palabras, las manos encrespadas, la sequedad de tus labios cuando quise darte un beso. Te miré a los ojos y respondiste con el silencio más absoluto. Esa noche el árbol se despobló de sus hojas, los astros apagaron su luz en el leve rocío que nos envolvía. Oscureció para los dos. Te sentaste a la orilla de la ausencia y te despediste de mí. Llegó el final. Comprendí que todo terminaba: la vida en común, los amigos, la casa, los hijos. Esa sombra que se interpuso entre nosotros arrebató mi felicidad. Rompiste el pacto al amarlo. Sacaste del bolsillo el dictamen médico. Cuatro letras devastadoras. En la sentencia llevabas el pecado. Las hojas secaron tu cuerpo, eras naturaleza muerta.
Lady López, 2008.
http://ladylopez954 .blogspot. com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario