Había una vez un pecesito verde que hacía las delicias en sus juegos con los niños hasta que un día se entrometió una hidra que se posó en él para destruirlo. Esto enojó mucho a Hércules al enterarse de esta afrenta y le dió poderes al pecesito verde para que congele a la hidra, sin miramientos cumplió con el encargo del héroe.
Desde entonces las cabezas de esta serpiente no se reproducen mas, el pecesito verde se liberó y enseñó a los niños nuevos juegos, pero sobre todo el de tiro al arco.
Julia del Prado (Perú).
9 dic. del 2011.
2 comentarios:
gracias María querida, besos
muy bien por el pecesito verde todos deberiamos de quitar a la gente que quiere opacar nuestra vida.
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