miércoles, 19 de septiembre de 2007

La vampiro

Autor: Liliana Varela


Sé lo que soy...un hematófago, un ser que pulula esperando las sobras vitales de otros, un ser que extiende lastimoso su mano en espera de un bocado de alimento...

¿y qué con eso?

Soy uno más...de aquellos que sorben la esencia vital de los demás, para poder así sobrevivir...

Me han llamado de numerosas maneras: parásito, Porfirio y demás; quizás prefiera que me denominen Vampiro.

¿por qué no? Acaso sea menos lastimero el saber lo que uno es en realidad sin por ello sentirse orgulloso de esa denominación.

El hecho de ser mujer en nada me desvaloriza ¡tantas féminas han desarrollado peores papeles en la vida! además la mujer siempre ha sido mal vista en la historia de la humanidad desde Eva y su serpiente hasta las más inteligentes empresarias contemporáneas.

En fin…tengo que vivir. Yo no he buscado la suerte que tengo. Soy esto y debo sobrevivir, aún a costa de otras vidas.

La primera vez que probé el líquido vital, un calor ardiente me recorrió por completo: fue tan horrendo y subyugante a la vez que cada nueva succión de ese líquido viscoso se hace más enérgica, vigorizante y necesaria; es como una droga que me incita a consumir más y más….

El día ya no es problema para mí ¡Tantas mutaciones genéticas han ocurrido que, de a poco mi ADN se ha ido acostumbrando a la luz!. Por supuesto que prefiero la oscuridad; es mejor para el acecho y la cacería.

Sé que en cada ataque me va la vida…alguien puede descubrirme y atravesarme una estaca en el corazón….¡qué más da! ¿Acaso Drácula no murió innumerables veces de la misma manera y logró volver de las tinieblas una y mil veces?.

No me comparo con él, ni tampoco creo ser descendiente del Empalador Blas, pero al igual que ellos, la sangre es mi fuente de vida, mi maná.

Allí vislumbro una nueva víctima, necesito consumir o he de morir en breve tiempo; veo su carótida latiendo, dejando a la vista la imagen de la vida ante mi…Estoy al acecho…Allá voy.

El mosquito emprendió vuelo al encuentro de su próxima víctima.

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