jueves, 20 de septiembre de 2007

La Sonrisa de Laura Blanco

Manuel Ramos Martínez

Laura Blanco tenía una dentadura bellísima, -sonrisa cautivadora- , y
sus grandes y blancos dientes relucientes de salud, despertaban
envidia incluso a las mujeres más bellas de la ciudad, y ella lo
sabía y hacía galas de esto sonriéndole ampliamente a todo ser que
se detuviese frente a sus bellos ojos.

Y le sonreía a todos con la misma amabilidad y dulzura: a un
político de gobierno, que a un limosnero , a una gerente de banco,
que a un asaltante, a una actriz de teatro , que a un espectador
sentado en la última fila, a una madre que a un niño huérfano, a
un anciano, que a un pobre poeta o a un no vidente… . ¡Ah!, pero
eso si a los hombres y en especial a los más jóvenes, les brindaba
la sonrisa más coqueta, más sensual , mas provocativa posible , y
ellos quedaban encendidos de placer al mirar esa sonrisa tan
fogosa.

En verdad que su sonrisa tenía un magnetismo, cautivaba al más
indiferente y digo esto porque a mi también me cautivaron sus
dientes, sus labios, su inolvidable sonrisa.

Las paredes de las salas de espera, de las clínicas dentales más
visitadas y reconocidas, estaban decoradas con sus retratos, que
mostraban esos dientes saludables haciéndole propaganda a las
cremas dentales más recientes, como al igual en las cubiertas de
las revistas más de moda, en los gigantescos carteles que colgaban
en las calles pricipales de la gran ciudad haciéndole propaganda a
la mejor crema dental del mundo.

Y su vanidad crecía y crecía, al compás de las diarias propagandas,
y el boom publicitario de las más importantes casas comerciales ,
del diario, la radio, la televisión y correo electrónico en fin de
todo ese descomunal aparato ideológico de la oferta y la demanda.

Se podía leer y escuchar por ejemplo: use usted la crema dental
sensitiva "Bella sonrisa" y será tan cautivadora como Laura Blanco,
si usted desea tener la sonrisa acariciante de Laura Blanco use
usted la pasta dental "sonrisal". Última noticia cientifico
estadoudinense ha decubierto que para tener buenas relaciones con
sus semejantes y cautivar a su enamorado o enamorada debe usar la
nueva pasta dental que utiliza la despanpanante Laura
Blanco "Pasta dental apasionada".

-Mientras que en casa, su madre le decia con ojos preocupados y
dolida voz:
- Como sufro ver crecer tu vanidad hija, si te pasas horas y tras
horas mirándote en tu vanidoso espejo, teatralizando poses y
diferentes sonrisas, lipiándote a cada instante tus dientes. Cómo
quisiera saber: ¿cuál es tu verdadera sonrisa?, ¿cuántas mascaras te
han creado en este mundo mercantil?, pero sabes he notado que un
diente no tiene el mismo brillo reluciente que los otros.

-¿Desde cuándo has notado esto madre? sabes que me intranquilizas;
mira que desde que murió mi padre todo lo que poseemos es gracias a
mis dientes y mi sonrisa.

-Desde ayer hija y no quise decírtelo antes, por no
intranquilizarte , pero también debo decirte que no somos
inmortales, que todo se envejece, que todo tiene su desenlace, su
nacimiento y su muerte , algunas cosas mueren antes de tiempo como
los árboles, que son destrozados por las bombas y no alcanzan a
comvertirse en semillas , y lo más profundamente triste son aquellos
niños que no alcanzan a comvertirse en padres. Y quiero decirte que
me duele mucho el no saber cual es tu verdadera sonrisa, tu
verdadera personalidad tu real identidad ¿dónde está Laura
Blanco? ¿Quién es en realidad Laura Blanco?
-Mira madrecita ¡como te amo!, pero no me atormentes: yo me he
mentido y te he mentido yo he decubierto por su puesto antes la
infección en este diente . Fui a la clínica dental y con lo primero
que me encontré fue con mi propio retrato mostrando los dientes
saludables de Laura Blanco.
Manuel Ramos Martínez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grandísima huevada que cuentan por que yo vi como con un destornillador curvo le sacaban los restos de una dentadura podrida y que por efectos de los estupefacientes ni le dolieron, antes, durante ni después y para colmo me costó el bendito tratamiento, una vez con un aliento menos pútrido la zorra se largó con otro adicto petiso, pestilente e igualmente de "taimao" quien emulaba de tinterillo, a drogarse en las riberas de un balneario que sólo veían por las ventanas de una casucha etiquetada como "familia" seminario algarrobo burresno.
Hoy en día, una putea y el otro limosnea.
Dentadura la que tengo para reirme mejor.